Mucha gente pequeña
Gustavo Dutch, Pol*len Edicions , Barcelona, España, septiembre 2013
Dice Eduardo Galeano, después de leer Mucha gente pequeña:
“Desde hace mucho tiempo, leo y disfruto todo lo que Gustavo publica. Tiene el encanto de los libros escritos para niños, pero con una diferencia fundamental: sus palabras no ayudan a dormir, pero sí que ayudan a despertar.”
Y el campesino Jeromo Aguado, lo presenta así:Se sabía que entre vegas, páramos, altiplanos, sabanas y selvas, había muchas mujeres y hombres apegados a la tierra; donde, en el más absoluto silencio, creaban y recreaban la palabra mundo, un espacio abierto donde cabían todas y todos.
Se sabía que entre tanta amalgama de paisajes y paisanajes se escondían auténticas maravillas construyendo lo común, como el hacer agricultura con la sabiduría de las ancianas para alimentar a la gente.
Se sabía que dabas un paso y aparecía una hacedora y un hacedor, que seguías dando pasos y nuevas hacedoras y hacedores seguían apareciendo, haciendo realidad los sueños y construyendo nuevas utopías que permitían vidas cargadas de dignidad.
Y también se sabía que en los tiempos modernos y postmodernos, con toda la tecnología para comunicarnos en décimas de segundo, nunca encontraron espacio alguno las historias construidas por la gente de a pie.
Pero entre la MUCHA GENTE PEQUEÑA, también nos encontramos con personas que, como Gustavo Duch, construyen con las palabras escuchadas a muchas gentes, preciosos relatos para visibilizar la sencillez. Como la sabiduría de la tierra.
Véase también articulo de tamtampress