Experiencias emergentes de la Economía Social en Iberoamérica

Con el registro en el año de 1844 de la cooperativa de Rochdale se inició el desarro- llo de un modelo de organización que buscaba combatir o al menos paliar las difíciles condiciones laborales que imponía para los trabajadores la revolución industrial. Como consecuencia, los pioneros de Rochdale llevaron a la práctica organizacional algunas de las ideas emancipatorias de esa época poniendo en el centro de sus preocupaciones al hombre y sus necesidades (Holyoake, 2020).

Las cooperativas se expandieron por todo el mundo consolidándose como una alter- nativa organizacional que combina los elementos propios del proceder empresarial y del devenir asociativo en los territorios donde se desenvuelven a través de más de 3.000.000 de empresas en el mundo y la membrecía del 12% de la población mundial (ACI, 2020). En 2020 las cooperativas proporcionan el 10% del empleo mundial, dejando de ser un fenómeno marginal a ser parte de una tipología organizacional de indispensable estudio en las ciencias económicas y empresariales.

Con el pasar de los años las cooperativas comenzaron a imbricarse dentro de un conglomerado de organizaciones cuyos fines son similares, como las mutuales y diversas asociaciones empresariales, y comenzaron a institucionalizarse concepciones como la economía social, solidaria y decenas de apellidos como economía popular, del trabajo, del bien común, plural, transformadoras entre muchas otras que han contribuido a crear un creciente entorno institucional de reconocimiento, fomento y regulación.

Sin embargo, el proceso de globalización ha supuesto un debilitamiento de la con- fianza en las principales instituciones y a su vez ha generado una emergencia que sirve de potenciador de emprendimientos emergentes (Castells, 2017). Estos emprendimientos trazan trayectorias de adaptación, resistencia o disputa ante los envites externos de coyunturas políticas, económicas, culturales y ambientales propios de la globalización, a la vez que se sintonizan con la co-construcción de una economía sostenible con formas diferenciadas de producir y consumir.